La primera mascota oficial en la historia de los Juegos Olímpicos llevó el nombre de Waldi y se trató de un perro salchicha, apareció para los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Este animal es muy común en Baviera famoso por su resistencia, tenacidad y agilidad.

La mascota presenta diferentes colores: su cabeza y cola son de color azul claro, con un cuerpo a rayas que incluye al menos tres de los seis colores olímpicos. Fue creado por la diseñadora Elena Winschermann; mientras que el diseñador Otl Aicher creador de los pictogramos, contibuyó a la identidad creada para Munich 72, entre ellas la de Waldi.

Waldi nació el 15 de diciembre de 1969 en una fiesta navideña del Comité Organizador de los Juegos de Múnich, en la que se entregaron a los asistentes lápices de colores, hojas de papel y plastilina para que realizaran los diseños de sus mascotas. Luego de su aparición, la aparición de una mascota en cada justa veraniega quedó regulada en la Carta Olímpica.